(Economía y Sociedad, 1997-04-01) Murillo Rodríguez, Carlos
Nos acercamos a la finalización de un milenio conformado por grandes logros, pero también por frustraciones, e impactado por el surgimiento y decadencia de imperios y pueblos. En su transcurso hemos visto incrementarse el conocimiento que los seres humanos tenemos de la naturaleza y de nosotros mismos.
Un primer vistazo nos hace sentir cómodos al ingresar en el próximo milenio con un buen bagaje de tecnología y de conocimientos. Esto podría permitir suponer que contamos con una excelente base para un desarrollo posterior. Esa actitud puede ser aún más optimista cuando comprobamos que en los últimos sesenta años el desarrollo ha sido exponencial y vertiginoso. Podríamos creer que, siguiendo esa trayectoria, el progreso sería ilimitado.