Serie Salud, Trabajo y Ambiente
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Esta es la serie técnica de SALTRA, que ofrece documentos científicos-técnicos que contienen datos detallados referentes a metodologías, estrategias y resultados de los distintos proyectos de SALTRA. Hasta el momento se han editado siete publicaciones técnicas y científicas con resultados de los proyectos y los estudios desarrollados por SALTRA
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Examinando Serie Salud, Trabajo y Ambiente por Autor "Acosta, Hildaura"
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Ítem Perfil de Salud Ocupacional Panamá(SALTRA / IRET-UNA, 2013-03) Vinda, Pedro; Acosta, Hildaura; Alpírez, Martín; Ureña, Karla; Gordón, CarlosEn Panamá no existen documentos que recojan de manera integral los aspectos relacionados con la situación laboral y de salud de la población trabajadora. Panamá posee una extensión territorial de 74 177,3 km2 y su población (según el censo de 2010) es de 3 405 813 habitantes, siendo una de las naciones menos pobladas de la región centroamericana. Es un país fundamentalmente de servicios, siendo los comunales, sociales y personales, y el comercio, las actividades que aglutinan a la mayor parte de la población trabajadora. La tasa de desempleo abierto tiene una tendencia a la disminución y alcanza para 2011, un 4,5%. En los últimos 5 años, la población económicamente activa ha mostrado un incremento sostenible cónsono con el aumento de la población de la república. El progresivo desarrollo económico de los años más recientes se ha visto reflejado en el incremento de los salarios mínimos y de los salarios promedios en las diferentes actividades económicas. Sin embargo, las cifras del costo de la canasta básica familiar, en los últimos 5 años, han mostrado una tendencia a su aumento progresivo. En la encuesta de trabajo infantil de 2010, se reportaron 60.702 niños, niñas y adolescentes ocupados en la producción de bienes y servicios del mercado, con remuneración o sin ella, cifra que representa el 7,1% de las personas entre 5 y 17 años. El analfabetismo disminuyó del 7,6% en 2008, al 5,5% en 2010, siendo una de las tasas más bajas de la región centroamericana. El número de personas indigentes y pobres disminuyó en 2011: el primer grupo del 12,2% al 11,5%, y el segundo, del 29,8% al 27,6%, especialmente en el área rural. La proporción de pobres en esas zonas se redujo del 54,1% al 50,4%. La tasa de migración es de -0,36 por 1000 habitantes: la más baja de la región. Durante el periodo 1950 - 2010, la proporción de población urbana en el país pasó de un 23% a un 68%, con una tasa de crecimiento anual del 3,7%. Estos datos reflejan una sostenida tendencia al abandono de las áreas rurales y la concentración de la población en las zonas urbanas del país. En términos absolutos, las provincias que mayor población expulsan, según los datos del Censo de Población y Vivienda 2010, corresponden a: Veraguas (119 285), Chiriquí (112 206) y Coclé (78 545). Según los datos del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (MITRADEL), hay 12 centrales sindicales, 65 federaciones y 293 sindicatos activos. No existe Comisión Tripartita de Salud y Seguridad Ocupacional (SSO). Funciona el Comité Interinstitucional de SSO, conformado por las entidades gubernamentales con competencia en la materia: el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (que coordina), los Ministerios de Salud, Educación, Agricultura, Medio Ambiente y la Caja del Seguro Social. Panamá tiene establecida por ley, la obligatoriedad del patrono de inscribir a sus trabajadores en el seguro de riesgos del trabajo; la protección de la salud del trabajador y la inocuidad de los lugares de trabajo están reglamentadas en el Código del Trabajo. El 50% de la población económicamente activa (PEA) se encuentra en el sector servicio; en las actividades agrícolas y de ganadería está el 17%, y en el sector construcción, el 10%. Se nota un alto grado de subregistro, ya que solo se contabilizaron 10 311 accidentes de trabajo, 135 enfermedades profesionales y 66 fallecimientos por accidentes laborales. La formación y capacitación se realiza mediante programas de grado y postgrado, ofertados por universidades públicas y privadas en diferentes regiones. Este documento no recoge toda la información existente, sino aquella que fue posible obtener, en un esfuerzo inicial por sistematizar lo disponible. Son muchos los retos a los que nos enfrentamos; estamos seguros de que en forma conjunta y sinérgica se obtendrán grandes logros en beneficio de la población trabajadora y la comunidad en general, de nuestro pequeño y gran país.Ítem Salud y trabajo en centroamérica: un análisis estratégico(SALTRA / IRET-UNA, 2009-05) Saénz, Rocío; Alvarado, Rebeca; Acosta, HildauraMovimientos en la macroeconomía mundial y un rápido avance tecnológico conducen a cambios importantes en los mercados laborales, al modificar procesos establecidos de producción e incorporar nuevas modalidades de trabajo. En las últimas décadas, Centroamérica ha ido pasando por una serie de cambios en aspectos sociales, económicos y políticos, que responden a las tendencias mundiales. La situación de salud y seguridad de los trabajadores en la Región es deficiente y muchas ocupaciones son altamente riesgosas. Los siete países centroamericanos: Belice, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua y Panamá, tienen en conjunto una población aproximada de 40 millones, con unos 28 millones de personas que componen la fuerza laboral (Obando et al, 2007). Estos trabajadores sufren más de dos millones de accidentes al año, los cuales ameritan tratamiento médico (Wesseling et al, 2002), y miles son fatales (Mora et al, 2007). Las enfermedades laborales, en su mayoría, son no diagnosticadas o no reconocidas (Monge et al, 2007). \n \nA pesar de que la Región presenta una relativa estabilidad económica con tasas de crecimiento moderadas, no se ha logrado un fuerte impacto en la reducción de la pobreza. Aunque en 2005 la tasa de indigencia se redujo en un 2% (CEPAL, 2006 a), la pobreza en la Región está por encima del promedio latinoamericano. En Nicaragua, Guatemala y Honduras, alrededor de un 70% de la población es pobre. Costa Rica, a pesar del estancamiento en la disminución de la pobreza e indigencia, sigue siendo el país de la Región con la menor presencia de estas condiciones (21% y 7%, respectivamente) (CEPAL, 2006 a). \n \nLa situación de pobreza induce a los centroamericanos a buscar oportunidades para obtener mejores condiciones de vida, incluyendo un trabajo digno. Eso conlleva a procesos de migración rural y urbanización, no obstante, la población rural sigue comprendiendo un porcentaje importante (CEPAL, 2006 b). Lograr un trabajo digno es un reto cada vez más duro en la Región, debido a que las economías centroamericanas no han logrado producir una relación positiva entre el aumento de la producción y el incremento del empleo formal. El empleo informal ha pasado a ser una forma común de inserción laboral, generando una situación que provoca escasez en el empleo y altas posibilidades de empobrecimiento futuro (Obando et al, 2007). \n \nEn Centroamérica una gran parte de la población trabaja fuera de los marcos legales y fiscales establecidos, lo que genera precariedad del empleo, alta inestabilidad de los mercados y empobrecimiento futuro, elementos que se ven reflejados en las características y los cambios que sufren las economías de cada uno de los países de la Región (Daza, 2005). Al analizar los efectos del trabajo informal hay que ir más allá de los aspectos económicos; las características demográficas y los cambios políticos tienen que considerarse para obtener un panorama claro y procurar una solución integral. \n \nLa dinámica laboral de la Región está compuesta por muchos elementos. Si uno de estos tiene un avance positivo o un retroceso negativo, generará un efecto en los otros, como es el caso del acceso a capacitación o formación. En Centroamérica este acceso es limitado, lo que da lugar a una amplia "mano de obra no calificada, con una reducida capacidad de adaptación a tecnologías y procesos productivos de rápido crecimiento" (Daza, 2005). Con el propósito de mejorar la situación, el sector académico ha impulsado o un rápido desarrollo de programas de formación en Seguridad y Salud Ocupacional, en universidades públicas y privadas en toda la Región, en respuesta a las necesidades originadas por las actuales tendencias económicas y laborales (Wesseling, 2001). El desarrollo de las áreas de investigación y educación en temas relacionados con Seguridad y Salud Ocupacional, en general es débil o inexistente en toda la Región, exceptuando los dos programas con una larga historia de colaboración con Suecia, financiados anteriormente por la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo Internacional (ASDI), en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en León (UNAN-León) y la Universidad Nacional (UNA) en Costa Rica. Sin embargo, se identificaron en la Región otros grupos con menos experiencia y gran potencial para realizar investigación y capacitación en los temas de salud y trabajo. Algunos de estos se encuentran en la Universidad de San Carlos (USAC) en Guatemala, la Universidad de El Salvador (UES), la Universidad Nacional de Honduras (UNAH) y la Universidad de Panamá (Wesseling, 2001). \n \nAnte los elementos que describen el panorama de la Región, surgió la iniciativa de crear un programa regional orientado a mejorar las condiciones laborales y de vida de los trabajadores centroamericanos. Así nace el Programa Salud y Trabajo en América Central (SALTRA), cuya base reside en las universidades, y que tiene como objetivo formar una plataforma de capacitación e investigación a un plazo de 12 años, para crear un sistema sostenible de prevención de accidentes y enfermedades ocupacionales, a favor de la equidad y disminución de la pobreza. \n \nSALTRA es un programa ambicioso desde su diseño hasta su ejecución; ha generando una lista importante de logros y retos que ha sabido enfrentar en el camino. Este documento pretende describir los pasos iniciales y detallar el modelo de planificación estratégica y de gestión diseñado, con el fin de rescatar la experiencia y el conocimiento generados.