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    Características Sociodemográficas y Procesales de Personas Menores de Edad Imputadas en Expedientes del Poder Judicial de Costa Rica
    (Universidad Nacional, Costa Rica, 2025-01-20) Conejo Bolaños, Luis Diego; Alvarado Leitón, María Fernanda
    Los estados americanos a partir de la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (CDN), encaminaron la jurisdicción especial hacia el principio de legalidad, resguardando las garantías de las personas menores de edad, y adoptando una serie de medidas orientadas al reparo de las posibles víctimas (García, 2009). Asimismo, y de forma novedosa, el enfoque se puso en la reeducación de la persona menor de edad que infringía la ley, con lo cual se dejó el internamiento como la última opción. En consonancia, a finales del siglo XX Costa Rica comenzó a establecer un sistema de justicia penal juvenil centrado en la protección de los derechos de la persona menor de edad. Esta reforma buscó tratar la justicia penal juvenil desde una perspectiva resocializadora, integral y respetuosa hacia los derechos de la persona menor de edad. De tal forma que con la Ley de Justicia Penal Juvenil de 1996 se pasó de tener un sistema tutelar a uno garantista que buscaba priorizar la sanción con un enfoque socioeducativo (Piedra Pérez & Murillo Mora, 2022). En consecuencia, en Costa Rica el reconocimiento de los derechos de las personas menores de edad es fundamental y con el tiempo se ha fortalecido la incorporación de instrumentos jurídicos de orden tanto internacional como nacional. Por otro lado, en nuestro país también se les asignan responsabilidades legales a las personas menores de edad y según la Ley Penal Juvenil, las personas adolescentes de 12 años en adelante pueden ser responsables penalmente por la comisión de delitos que están tipificados en el Código Penal. Los delitos constituyen formas violentas de resolver conflictos (Tiffer, 2003) y cuando se trata de personas adolescentes, adquieren una connotación aún más compleja, al enmarcarse en una serie de vacíos en la protección estas personas que lamentablemente no han contado con las condiciones para un desarrollo infanto-juvenil positivo. A partir de los distintos modelos que tratan de explicar por qué las personas adolescentes delinquen, se puede afirmar que las dinámicas de asociación en y con el entorno configuran los patrones de conducta de estos jóvenes a la luz de las experiencias familiares, educativas, laborales, con grupos de pares y en otros ámbitos de su participación cultural (Méndez & Barra, 2008). Consecuentemente, la forma en que resuelven sus conflictos, sus capacidades de afrontamiento aproblemas, su interiorización y cumplimiento de normas, su autocontrol y sentido de responsabilidad se van desarrollando en prácticas habituales de las que como sociedad, queramos o no, somos corresponsables (Navarro-Pérez & Pastor-Seller, 2018). Por tanto, el abordaje que se le dé no puede desconocer esta realidad, y solamente enfocarse en una perspectiva punitiva, sino que necesariamente debe ser reeducativa. Las mejores prácticas basadas en evidencia a nivel internacional muestran que la prevención de las causas y factores que aumentan el riesgo de que las personas menores de edad se encaminen por trayectorias del desarrollo que conlleven a una vida al margen de la ley es el mejor camino para las naciones en su trabajo por disminuir la delincuencia juvenil (May et al., 2014). Todas las demás medidas que se enfoquen en el tratamiento del delito, aunque incluyan una perspectiva de derechos y giren en torno a la reeducación, antes que en el aspecto punitivo, hay que reconocer que llegan a destiempo, y por tanto su efectividad y retornos a la sociedad, son bastante limitados. Esto es, la prevención es la única forma de asegurar que las personas menores de edad ejerzan sus derechos de forma plena, y que como sociedad, vivamos de forma coherente con los principios de las leyes y tratados internacionales que intentan proteger a la niñez.
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    Informe sobre Habilidades de Comprensión Lectora de Estudiantes de Primer Ingreso de la Universidad Nacional: Sedes Regionales y Sede Central
    (Universidad Nacional, Costa Rica, 2024) Molinari Ulate, Mauricio; Montero Rojas, Eiliana
    El Noveno Estado de la Educación 2023 muestra un alarmante panorama de la educación costarricense. De acuerdo con datos del Baco Mundial y UNICEF del 2022, se estima que Costa Rica se encuentra entre los tres países latinoamericanos con mayor pérdida de aprendizaje estimada, la cual podría alcanzar hasta dos años de escolaridad perdida ajus tada por aprendizaje (CONARE, 2023). Estos datos están asociados con la acumulación de rezagos y brechas educativas de años anteriores, ya reportadas en previas versiones del informe, aunado al “apagón educativo” como consecuencia de las huelgas y la pandemia COVID-19, lo cual nos enfrenta a una serie de retos en todos los niveles del sistema educa tivo (CONARE, 2023). De acuerdo con los datos reportados en el informe, las mayores deficiencias se asociaron con procesos cognitivos que permiten el reconocimiento de letras, sílabas y palabras, identificación de sonidos y rimas y escritura del nombre propio, en estudiantes de primer ciclo de la educación primaria (CONARE, 2023). Estas carencias están estrechamente rela cionadas con las habilidades de lectoescritura y parecen acumularse conforme el estu diante avanza hacia los siguientes ciclos lectivos, impidiendo consolidar procesos más desarrollados que deberían adquirir en las siguientes etapas (CONARE, 2023). Las habilidades de lectoescritura se basan sobre un continuo, en el que a niveles superio res se esperan mayores capacidades. Al ser habilidades que no se adquieren de manera natural, necesitando de formación profesional externa, podríamos esperar que los rezagos identificados en la educación primaria tengan un efecto directo en las habilidades requeri das para los niveles avanzados presentes en la educación superior (CONARE, 2023). Lo anterior se ve reflejado en la investigación de García-Santamaría y Román-Forastelli (2023), quienes destacan que el factor principal, considerado por los estudiantes universi tarios, para explicar las tasas de reprobación en los cursos es la transición de secundaria a universidad. En específico, se mencionan las bases débiles de formación secundaria y la adaptación a la vida universitaria. Así mismo, el segundo factor mencionado son los malos hábitos de estudio, los cuales también podrían estar relacionados con las deficiencias aca rreadas de los ciclos educativos previos. Para el caso concreto de la Universidad Nacional (UNA), la dimensión más relevante men cionada por los estudiantes en relación con los cursos reprobados fue precisamente el paso de la educación secundaria a la universitaria. Si consideramos que las tasas de repro bación ocurren en su mayoría en los primeros años de la carrera (García-Santamaría & Ro mán-Forastelli, 2023), podría existir un mayor riesgo de deserción y de más tiempo nece sario para finalizar la carrera, lo cual podría estar asociado con no contar con las habilida des básicas requeridas para enfrentar el nivel de enseñanza universitario. El presente proyecto ha tenido como objetivo el estudio de las habilidades lectoras de los estudiantes de primer ingreso de la UNA. Esto permitirá tener un diagnóstico de las habili dades lectoras de la población estudiantil para proponer acciones preventivas respecto a futuras generaciones con rezagos educativos y generar recursos de apoyo para el estu diantado actual de la universidad.