Informes Técnicos
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Examinando Informes Técnicos por Materia "AGRICULTURE"
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Ítem Agua, sombra, descanso y eficiencia : valoración cualitativa del programa We(Universidad Nacional, Costa Rica, 2020) Rojas Garbanzo, Marianela; Aragon, Aurora; Soto, ArlenAntecedentes: Aunque no se ha establecido claramente, la enfermedad renal crónica de etiología desconocida (ERCd) ha estado relacionada a exposición a altas temperaturas, trabajo extenuante y mala hidratación, que contribuyen a la disminución de la tasa de filtración glomerular y al riesgo de episodios repetidos de lesión renal aguda (IRA). En un ingenio salvadoreño se ejecutó un programa de intervención basado en el aseguramiento de “Agua, Descanso, Sombra y Eficiencia” (WRS-E). Objetivo: Explorar la percepción de los trabajadores sobre la efectividad de cada componente del programa WRS-E, así como la sostenibilidad de la intervención desde la perspectiva de los trabajadores y otros actores clave. Método: Se realizó un estudio cualitativo con un diseño emergente mediante análisis temático. Cada componente de WRS-E se evaluó con análisis iterativo y triangulación de investigadores. El estudio se llevó a cabo en dos años consecutivos, previo a la finalización de cada zafra. Resultados: La mayoría de los entrevistados estuvo de acuerdo en que WRS-E redujo efectivamente el riesgo de deshidratación, aunque los componentes fueron adoptados en un gradiente de mayor a menor desde Zona 1 a Zona 3. En los casos donde las indicaciones de la implementación fueron mejor adoptadas (Zona 1), los trabajadores experimentaron una mejor salud y un mejor ánimo para trabajar. En la Zona 3, donde el riesgo de estrés térmico fue muy alto, hubo varias dificultades para la implementación. La aceptación y adherencia al programa se vieron obstaculizadas en el año 2 por la falta de claridad sobre la necesidad de mantener un cumplimiento estricto de los componentes WRS-E, particularmente en esa zona. Se destacan diferencias históricas, culturales y de condiciones de trabajo, como el trabajo a destajo, que impone un ritmo que interfiere con las pausas para descanso e ingesta de líquidos. También hubo falta de claridad y abastecimiento oportuno para la ingesta diaria de electrolitos. A esto se sumaron los cambios en la calidad de las herramientas y materiales disponibles en el año 2, diferentes a los del año 1. A pesar de lo anterior, hubo un gradiente de satisfacción con la intervención, y de manera unánime se concluyó que, a pesar de las diferencias, vale la pena sostener el programa. Conclusión: Un programa como éste debe ser planificado y ejecutado no solo con un fuerte compromiso de la gerencia, sino también de los mandos medios, quienes deben estar comprometidos con el cambio. Esto debe reflejarse en una dirección clara, apego estricto a los componentes del programa, implementación oportuna, retroalimentación adecuada, apropiación de los objetivos y una estrecha cooperación y flexibilidad de la gerencia e investigadores, para que en conjunto se puedan resolver los cambios inesperados.Ítem Talleres participativos sobre riesgos en el uso de plaguicidas: Una construcción colectiva e interetaria. Informe Técnico IRET No. 40(Universidad Nacional, Costa Rica, 2020-10) Rodríguez-Miranda, Reichel Daniela; Padilla-Mora, Michael Enrique; Corrales-Vargas, Andrea; van Wendel de Joode, Berna; Palomo Cordero, Luis DiegoLa zona del Caribe costarricense, en especial el cantón de Matina, se caracteriza por la cantidad de plantaciones agrícolas, dentro los cuales destacan los monocultivos de banano (Llaguno et al., 2014). Este desarrollo se logra debido a la promulgación del Plan de Fomento Bananero en 1985 que posibilitó la consecución de créditos bancarios para la obtención de las tierras y compra de herramientas tecnificadas en la aplicación de plaguicidas para los campos agrícolas (Hermosilla, 1998). Similar a otros monocultivos, la producción de banano depende de la aplicación de plaguicidas, alrededor de 50 kg ingrediente activo por hectárea por año (Bravo et al., 2013). Como resultado, solo para 2014 en esta zona se producían 9 929 hectáreas de banano para exportación (SEPSA, 2015).