Tópicos del Humanismo #63 El Impulso Vital de la Cultura

Abstract

En este tópico, nos menciona en el espíritu del Humanismo contemporáneo que las Artes y las Letras son las insignias de cómo del mundo actual se transforma. No habrá humanismo sin redención de las formas del saber, ya el conocimiento no está limitado por esquemas, por arraigos ideológicos. El humanismo con las Artes rompe las fronteras de la ignorancia y encauza a los hombres en la nómina del futuro: he aquí que damos certeza de un homenaje para consolidar lo que vemos al hombre y al producto de la esperanza, de lo que sirve la literatura para todos, la enseñanza de lo que debemos aprender como estímulo al vacío; que la tecnocracia nos vuelca a la desidia de lo cotidiano, a la destrucción rítmica de un mundo que ya no reconocemos. Amparados a la orilla de un naufragio infinito, el cosmos del saber se vuelve contra el hombre mismo si a él mismo no lo rescata la necesidad de crear y manifestar, de confesar y resaltar ese tono de lo fuera de lo común. Este es el caso de un artista como Alfonso Chase. Aquí significa, entonces que se mida su estatura gallarda y su entronizada fortaleza literaria en una mostración de que la cultura nacional tiene una impronta, necesaria, oportuna, gloriosa, hoy, a orillas del nuevo milenio. Esto es, un hito, un rasgo de que el humanismo está vivo, vigente, y no lanzado a las miasmas del olvido.

In this topic, he mentions to us in the spirit of contemporary Humanism that Arts and Letters are the insignia of how the present world is transformed. There will be no humanism without redemption of the forms of knowledge, knowledge is no longer limited by schemes, by ideological roots. Humanism with the Arts breaks the frontiers of ignorance and channels men in the payroll of the future: here we give certainty of a tribute to consolidate what we see to man and to the product of hope, of what literature serves for all, the teaching of what we must learn as a stimulus to emptiness; that technocracy turns us to the idleness of the daily, to the rhythmic destruction of a world that we no longer recognize. Sheltered on the shore of an infinite shipwreck, the cosmos of knowledge turns against man himself if he himself is not rescued by the need to create and manifest, to confess and highlight that tone of the uncommon. This is the case of an artist like Alfonso Chase. Here it means, then, that his gallant stature and his enthroned literary strength are measured in a demonstration that the national culture has a necessary, opportune, glorious imprint, today, on the shores of the new millennium. This is a milestone, a sign that humanism is alive, in force, and not thrown into the miasmas of oblivion.