Exploración performativa sobre el placer entendido como un derecho humano: vivencia y negación del placer en el contexto del patriarcado capitalista.

Abstract

La Teoría Crítica de Derechos Humanos nos hace pensar el mundo, desde la diversidad, la heterogeneidad y la disidencia, abre puertas a la reivindicación y la creatividad. Esta exploración se coloca en el mundo de lo creativo, de lo emergente y lo negado, entendiendo los derechos humanos como luchas sociales, pero también como fuente de creatividad. Por tanto esta exploración defiende el Derecho Humano al Placer, como una necesidad para vivir dignamente en el mundo. Por placer entiendo, el goce vital de la existencia humana. Una vida placentera se libera de las ataduras de los estigmas para vivir sensiblemente de acuerdo con el ritmo natural de la propia existencia. El placer es subjetivo, pero se construye colectivamente para la dignidad de todas las personas. El derecho al placer no admite satisfacciones egoístas o violentas, no acepta universalismos ni propone homogenizaciones. El cuerpo, lo performático, y un metodología para la creación transversalizan esta exploración. Este mi primer acercamiento para entender el placer como un derecho humano.

The Critical Theory of Human Rights makes us think the world, from diversity, heterogeneity and dissidence, opens doors to vindication and creativity. This exploration is placed in the world of the creative, the emergent and the denied, understanding human rights as social struggles, but also as a source of creativity. Therefore, this exploration defends the Human Right to Pleasure, as a necessity to live with dignity in the world. By pleasure I mean the vital enjoyment of human existence. A pleasurable life frees oneself from the bonds of stigmas in order to live sensibly according to the natural rhythm of one's own existence. Pleasure is subjective, but it is built collectively for the dignity of all people. The right to pleasure does not admit selfish or violent satisfactions, it does not accept universalisms, nor does it propose homogenizations. The body, the performative, and a methodology for creation transversalize this exploration. This is my first approach to understand pleasure as a human right.