Masculinidades, juventudes y exclusión social en Costa Rica

Abstract

En la presente investigación me motivó conocer la experiencia de vida y el sentimiento de un grupo de jóvenes costarricenses que viven en exclusión social, en privación socioeconómica, con las consecuentes carencias sociales y culturales. Este objetivo remonta a la pregunta existencial de Hinkelammert y Mora (2008): ¿Qué sentido tiene en última instancia la vida para el ser humano, frente al devenir histórico de la humanidad, frente a su propia vida y, sobre todo, frente a la muerte? (p. 25). A la que se responden: ¡El sentido de la vida es vivirla!; (p. 25) siendo lo primero el estar vivo, el tener un cuerpo concreto en intercambio con la naturaleza y con otros seres humanos y tener los medios para poder vivirla en todas sus dimensiones. Sin embargo, se cuestionan que en la sociedad actual se da “la cultura de la desesperanza” (p. 26), con los crecientes desarrollos de la desigualdad y la exclusión social, que llevan a negar derechos de las personas para beneficiar las relaciones sociales de producción. Para estos autores, “El ser humano ya no decide su actuación como sujeto autónomo, sino que son las mercancías, el dinero, el capital, transformados en sujetos sociales, los que deciden sobre la vida y la muerte de todos los seres humanos” (Hinkelammert y Mora, 2008, p. 27). Ocurre así el proceso denominado fetichismo, con el cual se da una personificación de las mercancías, del dinero, del capital y la mercantilización de las personas. Es así como las relaciones que se pueden dar entre los seres humanos valdrían entre las mercancías. Estas, sobre la base de la propiedad privada (mercado que no se puede anticipar) y la división del trabajo, llegan al intercambio de un producto con otro y a la comparación de su valor; las mercancías desarrollan relaciones sociales entre sí y van adquiriendo un carácter arbitrario, comportándose caprichosamente como tales, y alcanzan un punto donde el hombre productor tiene que supeditarse a las mercancías para sobrevivir, es dominado por estas y responde también como una cosa (Hinkelammert, 1978, basado en Marx, 1966).In this research, I was motivated to learn about the life experiences and feelings of a group of young Costa Ricans who live in social exclusion and socioeconomic deprivation, with the resulting social and cultural deficiencies. This objective goes back to Hinkelammert and Mora's (2008) existential question: "What is the ultimate meaning of life for human beings, in the face of the historical evolution of humanity, in the face of their own lives, and, above all, in the face of death?" (p. 25). Their response is: "The meaning of life is to live it!" (p. 25), the first thing being to be alive, to have a concrete body in exchange with nature and with other human beings, and to have the means to be able to live it in all its dimensions. However, they question whether in today's society there is a "culture of hopelessness" (p. 26), with the growing development of inequality and social exclusion, which lead to denying people's rights in order to benefit the social relations of production. For these authors, "Human beings no longer decide their actions as autonomous subjects, but rather commodities, money, and capital, transformed into social subjects, decide the life and death of all human beings" (Hinkelammert and Mora, 2008, p. 27). This is how the process known as fetishism occurs, whereby commodities, money, and capital become personified, along with the commodification of people. This is how the relationships that can exist between human beings would be valid between commodities. These, based on private property (a market that cannot be anticipated) and the division of labor, lead to the exchange of one product for another and the comparison of their value; Commodities develop social relations with each other and acquire an arbitrary character, behaving capriciously as such, and reach a point where the producing man has to subordinate himself to the commodities to survive, he is dominated by them and also responds as a thing (Hinkelammert, 1978, based on Marx, 1966).