Oscar Wilde (1854-1900): Del arte por el arte a una cena con panteras

Abstract

Hablemos de Óscar Wilde (1854-1900). Pero hagámoslo con la alegría de quien se prepara a dedicar una canción, una canción para uno de los más grandes poetas de este siglo, y por lo tanto, uno de los más agudos y lúcidos visionarios de nuestra época. Porque, entre la tristeza y el gozo, la gloria y la miseria, el triunfo y la caída, la figura de Wilde se yergue grande y aleccionadora por dondequiera que sela mire. A contra pelo del canon victoriano, es decir, del conjunto de creencias y principios que regían el gusto artístico y la conducta moral de los ingleses, durante el reinado de la adusta e hierática reina Victoria (1837-1901), uno tiene la dicha reservada y discreta de encontrarse con espíritus aventureros y osados, como Wilde, que se atrevieron a tomar tales convencionalismos y reglas por los pelos, para lanzarlos por encima de la borda de un programa socio-ideológico, que no sólo era fiel tributario de la corona sino también de las estructuras imperiales.Let's talk about Oscar Wilde (1854-1900). But let's do it with the joy of someone preparing to dedicate a song, a song to one of the greatest poets of this century, and therefore, one of the most acute and lucid visionaries of our time. For, between sadness and joy, glory and misery, triumph and fall, the figure of Wilde stands tall and sobering wherever one looks. Contrary to the Victorian canon, that is, the set of beliefs and principles that governed the artistic taste and moral conduct of the English, during the reign of the austere and hieratic Queen Victoria (1837-1901), one has happiness in store and discreet about meeting adventurous and daring spirits, like Wilde, who dared to take such conventions and rules by the hair, to throw them over the side of a socio-ideological program, which was not only faithful tributary of the crown but also of imperial structures.