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dc.contributor.authorValverde Palavicini, Jairo Álvaro
dc.date.accessioned2024-05-17T22:19:53Z
dc.date.available2024-05-17T22:19:53Z
dc.date.issued1983
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/11056/28005
dc.description.abstractLos sentimientos nacionalistas surgidos después de la Segunda Guerra Mundial en los países en vías de desarrollo, han venido fortaleciendo la lucha de éstos en la búsqueda de liberarse de la dependencia ideológica y económica a que han sido sometidos desde la época del colonialismo. Sus voces de reivindicación han encontrado eco en los foros internacionales, especialmente en aquellos que giran alrededor de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde los países del globo como un todo, parecen estar más de acuerdo en que el bienestar de unos depende del bienestar de todos. Dentro de esa concientización, la cooperación internacional se ha fortalecido. Los países industrializados o “ricos” reconocen el justo derecho que tienen los países del Tercer Mundo de lograr un desarrollo socioeconómico más equitativo, a sus aportes al total de la economía mundial. Los logros más interesantes de las negociaciones internacionales están enmarcados en aspectos de comercio internacional, salud, educación, etc. El tema del presente estudio está ubicado dentro de los elementos que envuelve el intercambio comercial mundial, fenómeno que ha acaparado una especial atención por considerarse a dicho comercio como instrumento adecuado para la consecución de un desarrollo económico autosostenido. Para fortalecer las economías tercermundistas a través del comercio, se han asignado por parte de los países industrializados, ventajas como la reducción o eliminación de barreras arancelarias y no-arancelarias, por medio de mecanismos como el "Sistema Generalizado de Preferencias, la Cláusula de la Nación más favorecida y otros. Se ha dado asistencia técnica y financiera para mejorar la producción agrícola y agroindustrial, ambos aspectos como preocupación principal del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). El transporte marítimo de carga internacional no podía quedar fuera de las inquietudes de los países en desarrollo, que a través de generaciones han visto sus mercancías transportadas en buques extranjeros. Su clamor para hacer valer sus derechos en este sector importante de la economía, se ha dejado escuchar principalmente en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), organismo que tiene como tarea fundamental fomentar el comercio internacional con mira: a acelerar el desarrollo económico. La estructura de la UNCTAD incluye cinco comisiones de importancia, siendo una de ellas, la Comisión de Transporte Marítimo. La existencia de esta c. misión refleja la importancia que, al asunto del transporte marítimo, la comunidad internacional le ha dado en los diferentes foros. Como resultado más significativo de las gestiones realizadas dentro de UNCTAD, está el considerar necesaria la participación de los países en desarrollo en el transporte de las cargas originadas por su comercio exterior, al tiempo que insta a los países industrializados apoyar esos esfuerzos, técnica y financieramente. Con respecto a Costa Rica, el sector de comercio exterior ha estado enmarcado, en las últimas tres décadas, dentro de dos modelos bien definidos: primero el modelo de sustitución de importaciones o de desarrollo hacia adentro, tendiente a disminuir las importaciones y a fomentar el desarrollo industrial; segundo, el modelo basado en el desarrollo de las exportaciones, tanto de sus productos tradicionales como de los no-tradicionales. Ninguno de los dos modelos tomó en consideración el fomento del transporte marítimo. Las operaciones del comercio exterior costarricense parecieran iniciarse y terminarse en los muelles, ya sea que se trate de importaciones o exportaciones. La práctica tradicional ha sido vender las mercancías puestas en el buque en el muelle respectivo o comprar lo necesario, entregado igualmente, dejando el transporte en responsabilidad de los compradores y vendedores externos. La situación no sería tan anómala si no fuera porque Costa Rica paga millones de dólares a compañías extranjeras para la movilización de la carga que genera como producto de su comercio exterior. Costa Rica, a pesar de venir participando en las negociaciones internacionales, en materia de transporte —firmando acuerdos de diferentes matices— poco ha hecho a nivel interno para participar agresivamente en el sector marítimo de carga internacional; situación que como se afirmara, le resulta año tras año en un drenaje fuerte de divisas, empeorando su deficitaria balanza de pagos.es_ES
dc.description.abstractThe nationalist sentiments that emerged after World War II in developing countries have been strengthening their struggle to free themselves from the ideological and economic dependence to which they have been subjected since the colonial era. Their voices of vindication have found an echo in international forums, especially in those that revolve around the United Nations (UN), where the countries of the world as a whole seem to agree that the well-being of some depends on the well-being of all. Within this awareness, international cooperation has been strengthened. The industrialized or “rich” countries recognize the just right of Third World countries to achieve a more equitable socio-economic development, in line with their contributions to the world economy as a whole. The most interesting achievements of international negotiations are framed in aspects of international trade, health, education, etc. The subject of the present study is located within the elements involved in world trade, a phenomenon that has attracted special attention because it is considered to be an adequate instrument for the achievement of self-sustained economic development. In order to strengthen Third World economies through trade, industrialized countries have granted advantages such as the reduction or elimination of tariff and non-tariff barriers, through mechanisms such as the “Generalized System of Preferences, the Most Favored Nation Clause and others. Technical and financial assistance has been provided to improve agricultural and agro-industrial production, both of which are major concerns of the United Nations Development Program (UNDP) and the United Nations Industrial Development Organization (UNIDO). International cargo shipping could not be left out of the concerns of developing countries, which for generations have seen their goods transported on foreign ships. Their clamor to assert their rights in this important sector of the economy has been heard mainly at the United Nations Conference on Trade and Development (UNCTAD), an organization whose fundamental task is to promote international trade with a view to accelerating economic development. UNCTAD's structure includes five major commissions, one of which is the Commission on Maritime Transport. The existence of this mission reflects the importance that the international community has given to the issue of maritime transport in different forums. The most significant result of the efforts made within UNCTAD is that it considers necessary the participation of developing countries in the transportation of cargoes originating from their foreign trade, while urging industrialized countries to support these efforts, both technically and financially. With respect to Costa Rica, the foreign trade sector has been framed, in the last three decades, within two well-defined models: first, the import substitution or inward development model, aimed at reducing imports and promoting industrial development; second, the model based on the development of exports, both of traditional and non-traditional products. Neither model took into consideration the promotion of maritime transport. Costa Rican foreign trade operations seem to begin and end at the docks, whether they are imports or exports. The traditional practice has been to sell the goods put on the ship at the respective dock or to buy what is needed, delivered as well, leaving the transportation in the responsibility of the external buyers and sellers. The situation would not be so anomalous if it were not for the fact that Costa Rica pays millions of dollars to foreign companies for the mobilization of the cargo it generates as a product of its foreign trade. Costa Rica, in spite of participating in international transport negotiations - signing agreements of different shades of meaning - has done little internally to participate aggressively in the international maritime cargo sector; a situation that, as stated above, results year after year in a strong drain of foreign currency, worsening its balance of payments deficit.es_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherUniversidad Nacional, Costa Ricaes_ES
dc.rightsAcceso embargadoes_ES
dc.subjectCOSTA RICAes_ES
dc.subjectDERECHO DEL MARes_ES
dc.subjectTRANSPORTE MARÍTIMOes_ES
dc.subjectLAW OF THE SEAes_ES
dc.subjectMARITIME TRANSPORTATIONes_ES
dc.titleEl transporte marítimo de carga internacional en Costa Rica: la flota mercante nacionales_ES
dc.typehttp://purl.org/coar/resource_type/c_7a1fes_ES
una.tesis.numero0981es_ES
dc.description.procedenceEscuela de Relaciones Internacionaleses_ES


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