Entre dos siglos: la investigación histórica costarricense (1992-2002)
Date
2003Author
Molina Jiménez, Iván
Enríquez Solano, Francisco
Cerdas Albertazzi, José Manuel
Metadata
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En nuestro medio, el profesional en Historia ha llenado un
espacio laboral bien definido: la enseñanza en centros de
educación media y superior, así como la investigación en
archivos y bibliotecas. Sin embargo, hoy día las posibilidades de
trabajo se ven potencialmente ampliadas a otros campos, en donde
el historiador puede desempeñarse de manera competitiva. Áreas
no tradicionales como el trabajo editorial, la producción de audiovisuales,
la organización de servicios culturales, la divulgación del
patrimonio y la variada gama de actividades que puede desempeñar
dentro de los museos son, entre otras, actividades en las que el
historiador puede incursionar con posibilidades de éxito.
La sólida formación académica que recibe, permite su desenvolvimiento
en estos campos. Pero también, para desempeñarlos
con propiedad, es esencial que se desenvuelva con iniciativa, imaginación,
creatividad y, por supuesto, adaptabilidad y afán de superación.
Para las escuelas formadoras de historiadores, es importante
que identifiquen esos espacios potenciales de trabajo, promoviendo
las variantes necesarias que hagan más atractivos y versátiles sus
programas de estudio. Esto plantea la conveniencia de propiciar
un acercamiento y una familiarización con las prácticas laborales
donde sus graduados puedan desenvolverse en el futuro.
Recientemente, las autoridades del Ministerio de Cultura, Juventud
y Deportes se han referido a la necesidad de modernizar
los museos del país, mercado potencial para el ejercicio de la profesión
de historiador. Hablar de modernización, es reconocer que en nuestro medio estas instituciones depositarias del patrimonio
cultural se encuentran rezagadas en relación con el desenvolvimiento
que tienen en otros contextos. Independientemente de las
acciones que se adopten para impulsar el cambio, es importante
destacar el papel relevante que podrían asumir los historiadores
en este proceso. In our environment, the History professional has filled out a
well-defined work space: teaching in centers of
secondary and higher education, as well as research in
archives and libraries. However, today the possibilities of
work are potentially expanded to other fields, where
the historian can perform competitively. Areas
non-traditional such as editorial work, audiovisual production,
the organization of cultural services, the dissemination of
heritage and the varied range of activities it can perform
within museums are, among others, activities in which the
historian can venture with chances of success.
The solid academic training you receive allows your development
in these fields. But also, to perform them
properly, it is essential that it be developed with initiative, imagination,
creativity and, of course, adaptability and desire to improve.
For historian training schools, it is important
that identify those potential work spaces, promoting
the necessary variants that make your products more attractive and versatile.
study programs. This raises the convenience of promoting
an approach and familiarization with labor practices
where its graduates can develop in the future.
Recently, the authorities of the Ministry of Culture, Youth
and Sports have referred to the need to modernize
the country's museums, a potential market for the exercise of the profession
of historian. To speak of modernization is to recognize that in our environment these heritage depository institutions
culture are lagging behind in relation to the development
that they have in other contexts. Regardless of the
actions taken to drive change, it is important
highlight the relevant role that historians could assume
in this process.