Comparación mediante oximetría de pulso de la anestesia inhalada versus la anestesia inyectada en caninos
Abstract
La cirugía en el medio veterinario se ha convertido en una gran fuente de trabajo y de
ingresos en los últimos años. La expansión del conocimiento aunado con nuevas técnicas y
materiales, disponibilidad de mejores medicamentos y tecnologías hacen que muchos de los
problemas antes considerados irreparables se puedan solucionar.
Sin embargo, el desarrollo de la capacidad de cirugía no siempre ha sido acompañado por
un similar desarrollo en las técnicas anestésicas. Muchas veces la implementación de técnicas
modernas en nuestro medio no se ha diseminado de la manera que si lo ha hecho el
conocimiento quirúrgico.
Siempre se debe tener en cuenta que el manejo anestésico del paciente es uno de los puntos
críticos en toda cirugía (Muir, 2000). Por esto todo paciente que se encuentra bajo los efectos
de un agente anestésico debe ser evaluado constantemente (Haskins, 2003). Además, se debe
seleccionar apropiadamente el agente anestésico que se utilizará.
Para un buen manejo anestésico en una cirugía no basta solamente con seleccionar
adecuadamente los fármacos. Es indispensable además acompañar el procedimiento con una
monitorización atenta para mantener la estabilidad del paciente. En el pasado, las técnicas de
monitorización de la anestesia con las que se contaba eran muy elementales y sujetas a
interpretación subjetiva, por ejemplo la auscultación, observación de la frecuencia respiratoria,
toma de temperatura, entre otras. Sin embargo, la tecnificación de la medicina ha traído hasta
el quirófano innovadoras tecnologías que complementan (aunque nunca reemplazan) el trabajo
del anestesiólogo.
En este estudio se implementaron diversas técnicas de monitorización, tales como
estetoscopía esofágica, electrocardiografía y oximetría de pulso para monitorizar dos grupos
de perras durante la ovariohisterectomía con protocolos anestésicos distintos para cada grupo.
Sus parámetros se tomaron frecuentemente y posteriormente se compararon para determinar
los grados de saturación de oxígeno de la hemoglobina que se lograron con cada protocolo.
Tras realizar los análisis petinentes por medio de la prueba T de student y comparación de
promedios, se logró concluir que el protocolo con halotano mantuvo la saturación cerca de
98%, mientras que con zolacepam y tiletamina la saturación promedio fue de 92%. Surgery in the modern veterinary practice has become an important source of income and
work. The expansion of knowledge together with new techniques and materials, availabilty of
better drugs and technologies have made possible the solution of many conditions once
deemed untreatable.
However, the development of surgical abilities has not always been followed by a similiar
improvement in anesthetic abilities. Oftentimes, the use of modern anesthetic techniques in
Costa Rica has not been as widespread as is the case with surgical knowledge.
It must be taken into account that the anesthetic management of the patient is always a
critical part of any surgery (Muir, 2000). Therefore, every patient under the effects of an
anesthetic agent must be constantly monitorized (Haskins, 2003). Furthermore, the selection of
anesthetic agents must be carefully thought and considered according to each individual case.
It’s not enough to select an adequate anesthetic for an appropriate anesthetic management.
To ensure a safe surgery someone highly qualified for the job has to thoroughly monitor the
anesthetic period. In the past, the techniques used to monitor anesthesia such as auscultation,
breathing frecuency observation and temperature measuring, were elemental and very prone to
subjective interpretation. Now, however, the technological advances in medicine have brought
to the operating rooms newer and innovative techniques that complement (but could never
replace) the anesthesiologist’s work during surgery and which report very accurate results that
reflect the patient`s condition.
In the present study multiple techniques for monitoring anesthesia, including esofageal
sthetoscopy, electrocardiography and pulse oximetry, were used to monitor two groups of
dogs undergoing ovariohisterectomy with different anesthetic protocols for each group. Vital
parameters were taken every five minutes and afterwards were used to determine the degree of
hemoglobin oxygen saturation achieved by each protocol. After analysing the data using the
student’s T test method and by comparison of the obtained averages, it was concluded that the
group anesthetized with halothane mantained a mean saturation of 98%, while the group
anesthetized with zolacepam and tiletamine achieved a mean saturation of 92%.