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    Arte y Política. UNA posibilidad de integración cultural.
    (Universidad Nacional, Costa Rica, 2014-06-01) Calvo Díaz, Andrea
    Desde 1977, el Consejo Internacional de Museos declaró el 18 de mayo Día Internacional del Museo. La intensión fue reforzar la base institucional y canónica de los espacios que albergan la memoria histórica, natural, artística, entre otras. Costa Rica asumió la celebración con exposiciones, conferencias y visitas guiadas, mas vale preguntarse: ¿Cuál ha sido la interacción de los museos y lugares culturales en la recepción costarricense? Si el museo es un sitio venerable en la construcción identitaria de un país, ¿cómo ha interactuado la política en su reconocimiento y proyección nacional e internacional? A pesar de los esfuerzos museográficos, el docente de la sección artística, al sondear qué tan frecuente un estudiante visita un museo o lugares educativos, percibe la esporádica asistencia. En general, si se pregunta al público nacional, se encuentra la misma reacción. No obstante, en los últimos años se ha generado un fenómeno de articulación entre arte y política que no representa una valoración identitaria persistente. Costa Rica ha presentado sus museos y espacios culturales como dispositivos de atracción para la transacción política, generando la impresión de un país que legitima sus producciones artísticas y recintos históricos, cuando mencionada participación necesita legitimarse. Por ejemplo, el 19 de febrero de 2013, la expresidenta Laura Chinchilla recibió a Enrique Peña Nieto, mandatario de México, en el Museo de Arte Costarricense, una institución que necesitaba una proyección calificativa en cuanto a exposiciones y recursos económicos, después de polémicas exposiciones como Destaparte (propiciada por la Coca-Cola) y una fiesta de una joven quinceañera en el 2011. El 3 de mayo de 2013, los titulares de la prensa nacional pregonaban: “Visita de Obama puso a Costa Rica en la mira de la prensa mundial”. Esta vez no se recibió la celebridad política en un museo, pero sí en el Teatro Nacional (sitio cultural). Ese día, los costarricenses fueron enviados a sus casas, con el fin de desalojar las calles josefinas. Así, la delegación extranjera monopolizó el espacio cultural para el deleite de unos pocos. Por último, el 3 de junio de 2013 el presidente de China, Xi Jinping solicita a la presidenta conocer parte de la cultura popular costarricense. Nuevamente, en un espacio cultural, el político desayuna en el seno de una familia de Santo Domingo de Heredia; sin embargo, no hay una reestructuración de los programas educativos en la educación primaria y secundaria que rescate las experiencias y espacios cotidianos de la diversidad cultural costarricense. Ante este escenario, es preciso incentivar la colaboración constante del costarricense en museos, sitios culturales y la vivencia de la cultura popular. No es preciso esperar la visita de un político. Por su parte, el arte y los espacios culturales merecen el apoyo y sustento económico, así como la divulgación de sus producciones. Que esta celebración implique el eco cotidiano de las participaciones continuas a estos espacios, y no solo el lugar recordado cuando una fecha o evento político amerite.
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    La nigüenta costarricense y su reivindicación cultural
    (Universidad Nacional, 2017-04-01) Calvo Díaz, Andrea
    En los rincones de muchos hogares costarricenses se encuentra la imagen de una niña desnuda sacando de su pie una nigua, la cual es un parásito que pica los dedos y bordes de los pies provocando llagas y molestias. El nombre nigüenta se desprende etimológicamente de la nómina dada al parásito, y se inserta dentro de la cultura popular como un amuleto de buena suerte, puesto que representa un buen augurio observar a una niña de cierta clase social sacando de su pie una nigua, en tanto que es poco creíble que ella no tuviese un par de zapatos. La referencia histórica de la nigüenta no es clara para los folkloristas costarricenses, pues algunos señalan que reguarda una similitud con la escultura griega el Espinario (I a. C) una narrativa visual similar al relato de la nigüenta la cual corresponde a un joven griego que extrae de su pie una espina.