Lepidochelys olivacea status and its relationship with nest management on the eastern coast in the Pacifico of Guatemala
Fecha
2021
Autores
Morales Mérida, Berta Alejandra
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Editor
Universidad Nacional (Costa Rica)
Resumen
Marine turtles are reptiles that have lived in the Earth’s oceans and nested on the beaches starting several million years ago and also have coexisted with coastal communities since humans colonized beach areas across the world. In recent decades, with increased recognition of biodiversity loss and animal extinction,
scientists have focused their research on different conservations strategies for various taxa. Marine turtles, with their global distribution and widespread occurrence in various regions, have also been the focus of conservation research and planning. Marine turtles spend the majority of their lives in the oceans, except for brief periods associated with reproduction: when females emerge from the ocean to lay eggs in
the sand on open beaches, and when successfully developed hatchlings emerge from their nests and scramble to the ocean. As beaches are important habitat for sea turtles, they often are protected globally, with different conservation methods, and strategies of nest protection have emerged. In Guatemala, nest depredation by people (also referred to as poaching) has been identified as a threat to sea turtles since the early 1970s. This problem has led the authorities to establish an exclusive conservation strategy that focused on protected beach enclosures called hatcheries, in which sea turtle eggs are reburied for protection and ensure a higher hatching success (CONAP, 2015). In this system, people collect eggs from freshly laid sea turtles on various beaches. The egg collectors are required to deliver a “conservation
quota” of 20% of the eggs found in the nest to an officially registered hatchery. In exchange, they are allowed to keep or sell the remaining eggs for human consumption or other purposes (CONAP, 2018). This system applies only to the marine turtle Lepidochelys olivacea, considered the most abundant and constant nesting species in the Pacific of Guatemala. Commercialization of eggs of other species is illegal under federal law.
Las tortugas marinas son reptiles que han vivido en los océanos de la Tierra y anidaron en las playas desde hace varios millones de años y también han coexistido con las comunidades costeras desde que los humanos colonizaron las áreas de playa en todo el mundo. En las últimas décadas, con un mayor reconocimiento de la pérdida de biodiversidad y la extinción de animales, los científicos han centrado su investigación en diferentes estrategias de conservación para varios taxones. Las tortugas marinas, con su distribución global y su presencia generalizada en varias regiones, también han sido el foco de la investigación y la planificación de la conservación. Las tortugas marinas pasan la mayor parte de su vida en los océanos, excepto por breves períodos asociados con la reproducción: cuando las hembras emergen del océano para poner huevos en la arena de las playas abiertas, y cuando las crías se desarrollan con éxito y emergen de sus nidos y se precipitan hacia el océano. . Como las playas son un hábitat importante para las tortugas marinas, a menudo están protegidas a nivel mundial, con diferentes métodos de conservación y han surgido estrategias de protección de nidos. En Guatemala, la depredación de nidos por personas (también conocida como caza furtiva) ha sido identificada como una amenaza para las tortugas marinas desde principios de la década de 1970. Este problema ha llevado a las autoridades a establecer una estrategia de conservación exclusiva que se enfocó en recintos de playa protegidos llamados criaderos, en los cuales se vuelven a enterrar los huevos de las tortugas marinas para protegerlos y asegurar un mayor éxito de eclosión (CONAP, 2015). En este sistema, la gente recolecta huevos de tortugas marinas recién puestas en varias playas. Los recolectores de huevos están obligados a entregar una “cuota de conservación” del 20% de los huevos encontrados en el nido a un criadero registrado oficialmente. A cambio, se les permite conservar o vender los huevos restantes para consumo humano u otros fines (CONAP, 2018). Este sistema se aplica únicamente a la tortuga marina Lepidochelys olivacea, considerada la especie de anidación más abundante y constante en el Pacífico de Guatemala. La comercialización de huevos de otras especies es ilegal según la ley federal.
Las tortugas marinas son reptiles que han vivido en los océanos de la Tierra y anidaron en las playas desde hace varios millones de años y también han coexistido con las comunidades costeras desde que los humanos colonizaron las áreas de playa en todo el mundo. En las últimas décadas, con un mayor reconocimiento de la pérdida de biodiversidad y la extinción de animales, los científicos han centrado su investigación en diferentes estrategias de conservación para varios taxones. Las tortugas marinas, con su distribución global y su presencia generalizada en varias regiones, también han sido el foco de la investigación y la planificación de la conservación. Las tortugas marinas pasan la mayor parte de su vida en los océanos, excepto por breves períodos asociados con la reproducción: cuando las hembras emergen del océano para poner huevos en la arena de las playas abiertas, y cuando las crías se desarrollan con éxito y emergen de sus nidos y se precipitan hacia el océano. . Como las playas son un hábitat importante para las tortugas marinas, a menudo están protegidas a nivel mundial, con diferentes métodos de conservación y han surgido estrategias de protección de nidos. En Guatemala, la depredación de nidos por personas (también conocida como caza furtiva) ha sido identificada como una amenaza para las tortugas marinas desde principios de la década de 1970. Este problema ha llevado a las autoridades a establecer una estrategia de conservación exclusiva que se enfocó en recintos de playa protegidos llamados criaderos, en los cuales se vuelven a enterrar los huevos de las tortugas marinas para protegerlos y asegurar un mayor éxito de eclosión (CONAP, 2015). En este sistema, la gente recolecta huevos de tortugas marinas recién puestas en varias playas. Los recolectores de huevos están obligados a entregar una “cuota de conservación” del 20% de los huevos encontrados en el nido a un criadero registrado oficialmente. A cambio, se les permite conservar o vender los huevos restantes para consumo humano u otros fines (CONAP, 2018). Este sistema se aplica únicamente a la tortuga marina Lepidochelys olivacea, considerada la especie de anidación más abundante y constante en el Pacífico de Guatemala. La comercialización de huevos de otras especies es ilegal según la ley federal.
Descripción
Doctorado En Ciencias Naturales para el Desarrollo con énfasis en Gestión de los Recursos Naturales
Palabras clave
TORTUGA DE MAR, LEPIDOCHELYS OLIVACEA, PACIFIC COAST, MARINE TURTLES, NIDOS, INCUBACIÓN