Una visión integral del entrenamiento técnico y el rol artístico del bailarín
Abstract
El cuerpo es el laboratorio del bailarín. En él se imprimen todas las formas
que dan vida a las emociones, sensaciones, pensamientos e ideas. Es un
canal entre el mundo abstracto (psicológico) y el plano de la realidad. El
cuerpo materializa la psique del intérprete.
La Danza, como disciplina artística, demanda una formación integra (físicoemocional) en el intérprete. Esto le permite responder de manera óptima
ante dicha exigencia.
Es vital, entonces, un entrenamiento que además de elevar el nivel técnico,
para fortalecer todo el sistema muscular, crear mayor conciencia corporal y
evitar lesiones, propicie un trabajo donde confluyan también las emociones.
Con esta unión se podrán formar bailarines más eficientes, sensibles y
observadores de su entorno.
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