La genealogía mitocondrial de Ana Violeta Murillo Roldán y el haplogrupo C en Costa Rica

Abstract

Los avances tecnológicos de la genética han dado origen a la ciencia de la Genealogía Molecular, al brindarnos la posibilidad de abordar el estudio de las genealogías desde una nueva perspectiva, examinando personas vivas a la vez que se coteja la información documental de sus ancestros (Jobling 2001, Perego et al. 2005). En nuestros días se han popularizado una serie de iniciativas para el estudio de las relaciones de parentesco entre los humanos, tales como el Proyecto Genográfico (National Geographic Society 2008) o el de la Fundación Sorenson de Genealogía Molecular (SMGF 2008), y diversas compañías privadas, como la Family Tree DNA (2004). Todas estas ofrecen servicios para el análisis del ADN mitocondrial (ADNmt) de hombres y mujeres, y del cromosoma Y exclusivamente de los varones. Así, muchas personas deciden hacerse analizar sus marcadores genéticos como una iniciativa personal, o participan en proyectos donde su información genética es incorporada en grandes bases de datos públicos o privados, o adicionan voluntariamente sus resultados en tales bases informatizadas, por ejemplo en la “Mitosearch” (Family Tree DNA 2004), con los objetivos de buscar parientes biológicos y de adquirir conocimiento respecto a su origen remoto. Recordamos que el ADNmt tiene una herencia materna estricta y una gran variabilidad que lo hacen útil para realizar estudios históricos y evolutivos (Stoneking 1993).

The technological advances in genetics have given rise to the science of Molecular Genealogy, by giving us the possibility of approaching the study of genealogies from a new perspective, examining living people at the time time the documentary information of their ancestors is collated (Jobling 2001, Perego et al. 2005). Nowadays, a series of initiatives have become popular for the study of kinship relations between humans, such as the Genographic Project (National Geographic Society 2008) or the Sorenson Molecular Genealogy Foundation (SMGF 2008), and various private companies, such as Family Tree DNA (2004). All of these offer services for the analysis of mitochondrial DNA (mtDNA) of men and women, and Y chromosome exclusively in males. Thus, many people decide to have their markers analyzed genetic information as a personal initiative, or participate in projects where their genetic information is incorporated into large public or private databases, or voluntarily add their results to such databases computerized, for example in “Mitosearch” (Family Tree DNA 2004), with the objectives of searching for relatives biological and to acquire knowledge regarding their remote origin. We remember that mtDNA has an inheritance strict maternal and great variability that make it useful for carrying out historical and evolutionary studies (Stoneking 1993).