Examinando por Autor "Fraile Merino, Julio"
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Ítem Composteo de la Broza del Café por la Lombriz de Tierra Eisenia fetida(Universidad Nacional (Costa Rica), 1997) Camacho Ramírez, Lilliam Mireya; Fraile Merino, JulioEn el presente trabajo se evaluó el composteo de la broza del café con distintas densidades de Eisenia fetida. La broza de café recién despulpada se dejó estabilizar durante 5 semanas al aire libre en un lugar sombreado. En este periodo se midió la variación en la temperatura, el pH y la pérdida de volumen, además se observaron los cambios en el color, olor y apariencia del material. Transcurridas las 5 semanas de estabilización, la broza fue colocada en cajas plásticas de 2 litros de capacidad cada una, donde se colocó Eisenia fetida estableciéndose 4 tratamientos con 5 repeticiones cada uno. El primero sin lombrices y a los restantes se les colocaron 5, 15 y 25 lombrices según el caso, proporción que se mantuvo hasta el final del experimento. Las cajas con lombrices de dejaron compostear durante 12 semanas, periodo en que finalizó el experimento. Cada 2 semanas, se determinó el número y el peso de las lombrices (juveniles y cliteladas) y capullos producidos. Se hicieron análisis químicos de la broza recién despulpada, cuando se colocaron las lombrices al final del periodo de composteo (12 semanas) en muestras compuestas por tratamiento. Se comprobó que la broza del café es apropiada para el cultivo de E. fetida ya que su sobrevivencia se acerca al 100%. El peso individual de las lombrices es mayor a menor densidad de individuos, así mismo esta influye en la producción de manera que la producción de capullos por individuo es menor a mayores densidades, en los tratamientos estudiados. El análisis químico del compost de la broza del café nos indica que este material presenta de una moderada a alta reserva de nutrientes disponibles totales e intercambiables, lo que lo hace apropiado para ser usado.Ítem Tendencias en las concentraciones de nitratos y determinación de sus orígenes usando isótopos estables (18O y 15N) en el agua subterránea de la parte oeste del Valle Central, Costa Rica(2013-08-22) Reynolds Vargas, Jenny; Fraile Merino, Julio; Hirata, RicardoEl nitrato es el contaminante más común en el agua subterránea y se deriva principalmente de la lixiviación de fertilizantes sintéticos y desde sistemas in situ de disposición de aguas negras, especialmente en áreas con una densidad poblacional media o alta (WHO 1996). En países en vías de desarrollo, así como en áreas rurales de naciones industrializadas, los hogares generalmente no se encuentran conectados a un sistema de alcantarillado sanitario centralizado; en su lugar, dependen de tanques sépticos o letrinas. El límite recomendado por las organizaciones mundiales de salud es de 10 mg/L de NO3-N ó 45 mg/L de NO3 en agua para consumo (WHO 1996). El consumo de agua que contiene altas concentraciones de nitratos puede causar metemoglobinemia. El nitrato es muy soluble en el agua y es fácilmente lixiviado de suelos con cargas negativas permanentes o de suelos con pH moderado a alto. Existe evidencia de la capacidad de adsorpción de los suelos volcánicos como un mecanismo que contribuye a retardar la lixiviación del nitrato (Singh y Kanehiro 1969; Kinjo et al 1971). Sin embargo, la habilidad de estos suelos de retardar esta lixiviación es altamente variable (Reynolds-Vargas et al 1994). Además, las fuerzas electroestáticas que adsorben los nitratos son típicamente débiles, y su eficacia en la protección de la calidad del agua subterránea puede ser limitada. En Costa Rica, más de 1 millón de personas depende del agua subterránea captada de los acuíferos de la parte oeste del Valle Central. Es decir, más del 60% de la población en las ciudades principales del Valle Central obtiene agua de estos acuíferos, porcentaje que puede aumentar hasta un 90% durante los próximos 10 a 15 años para satisfacer las demandas de la población en crecimiento (Reynolds-Vargas y Fraile 2002). La contaminación por nitratos en estos acuíferos ya se ha identificado como un problema potencial (BGS/SENARA 1988; Reynolds-Vargas y Richter 1995), no solo por los problemas que puede causar en la salud, sino también porque su presencia en el agua subterránea puede servir como un indicador indirecto de la presencia de otros contaminantes derivados de la actividad antropogénica.