Vargas Alfaro, Leiner2022-03-072022-03-072022-02-24http://hdl.handle.net/11056/22715Costa Rica no es ninguna bronca, nunca lo ha sido y esperemos, que nunca lo será. Asumir la campaña electoral de la manera prepotente y populista, estableciendo que todo lo existente y todos, somos enemigos a quienes atacar, o más aún, defender de los demás, es un sinsentido social que confronta lo peor de la sociedad. Tal vez los costarricenses no hemos tenido este tipo de experiencia recientemente, pero poner a pelear a unos y otros, como si fuéramos enemigos, por ser diferentes, estar en una posición ideológica, social o económica distinta, es la mejor manera de terminar convirtiendo al país en un desastre, ahora sí, generar una bronca.Costa Rica is not a quarrel, it never has been and we hope that it never will be. Taking on the electoral campaign in an arrogant and populist way, establishing that everything that exists and everyone, are enemies to be attacked, or even more, defended from others, is social nonsense that confronts the worst of society. Perhaps we Costa Ricans have not had this type of experience recently, but putting each other to fight, as if we were enemies, for being different, being in a different ideological, social or economic position, is the best way to end up converting the country in a disaster, now yes, generate a row.spaAcceso abiertoAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacionalhttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/COSTA RICAPOLITICACANDIDATOS PRESIDENCIALESDESARROLLOPARTIDOS POLÍTICOSPOLITICSPRESIDENTIAL CANDIDATESDEVELOPMENTPOLITICAL PARTIESCosta Rica no es ninguna broncahttp://purl.org/coar/resource_type/c_998f