Víquez Avendaño, JohnnySolís Sánchez, Miguel Ángel2024-11-182024-11-182008-11https://hdl.handle.net/11056/29548A la sociología, como dice Bourdieu (2000), le corresponde develar el velo que oculta las cosas que son reprimidas, escondidas y negadas por el ciudadano común, algunos intelectuales, tecnócratas y políticos. Estas cosas aparecen tan naturales que pocos las ponen en cuestión, pero que, crean, recrean y legitiman discursos y prácticas sociales que fomentan la discriminación, la pobreza, la desigualdad, en fin, la exclusión social a todo nivel pero con mayor énfasis sobre los sectores sociales más vulnerables. El hecho de parecer asuntos naturales, tiene también que ver con el hecho de que la sociedad los ha relegado a asuntos perteneciente a la esfera privada. Esto ha ocurrido durante mucho tiempo con la violencia domestica contra las mujeres, puesto que a pesar de las fuertes luchas que se han dado, continúa siendo percibido por algunos grupos y sectores sociales muy conservadores, como un tema o asunto que es de resorte privado; es decir, que debe ser resuelto por la pareja al interior de su hogar. La violencia doméstica contra las mujeres, no es un problema privado, sino esencialmente público y, por ello, una responsabilidad directa de toda la sociedad la cual, crea, recrea y justifica los discursos y las prácticas machistas, paternalistas y muy violentas contra las mujeres. El tema del cuidado de los hijos, es un ejemplo, entre muchos que hay, donde se aprecia como se ha naturalizado en la sociedad la creencia de que deben ser las mujeres las que tienen que hacerse cargo del cuidado de sus hijos; como si los hombres no tuvieran igual nivel de responsabilidad hacia su compañera y sus hijos. Desde esta perspectiva, entonces, se la asigna a las mujeres un rol y una serie de compromisos que en realidad son de la pareja, lo cual contribuye a limitarles las posibilidades y oportunidades de poder desarrollarse en el plano emocional, social, intelectual y profesional. Si en la práctica, la sociedad naturaliza ciertos discursos y prácticas contra las mujeres, también debe ser esta misma sociedad la encargada de definir y ejecutar las acciones que se requieran para poder resolver el problema que ha creado. Es sin duda una responsabilidad que tiene el colectivo social hacia las mujeres, especialmente con las que ha excluido social, económica, cultural, y jurídicamente, poniéndolas en una situación de alta vulnerabilidad.Sociology, as Bourdieu (2000) says, is responsible for unveiling the veil that hides the things that are repressed, hidden and denied by the common citizen, some intellectuals, technocrats and politicians. These things seem so natural that few question them, but they create, recreate and legitimize discourses and social practices that promote discrimination, poverty, inequality, in short, social exclusion at all levels but with greater emphasis on the most vulnerable social sectors. The fact that they seem to be natural issues also has to do with the fact that society has relegated them to matters belonging to the private sphere. This has occurred for a long time with domestic violence against women, since despite the strong struggles that have taken place, it continues to be perceived by some very conservative social groups and sectors as a topic or issue that is a private matter; That is to say, it must be resolved by the couple within their home. Domestic violence against women is not a private problem, but essentially a public one and, therefore, a direct responsibility of the whole society, which creates, recreates and justifies machista, paternalistic and very violent discourses and practices against women. The issue of child care is one example, among many that exist, where it can be seen how the belief that women should be the ones who have to take charge of the care of their children has become naturalized in society; as if men did not have the same level of responsibility towards their partner and their children. From this perspective, then, women are assigned a role and a series of commitments that in reality belong to the couple, which contributes to limiting their possibilities and opportunities to be able to develop on the emotional, social, intellectual and professional level. If in practice, society naturalizes certain discourses and practices against women, this same society must also be responsible for defining and implementing the actions that are required to resolve the problem it has created. It is undoubtedly a responsibility that the social collective has towards women, especially those who have been excluded socially, economically, culturally, and legally, placing them in a situation of high vulnerability.spaAcceso embargadoSOCIOLOGIASOCIOLOGYPOLITICA SOCIALSOCIAL POLITICSPOBREZAPOVERTYFAMILIAFAMILYIGUALDAD DE GENEROGENDER EQUALITYLa política social focalizada en el apoyo a familias pobres: El Programa de "Hogares Comunitarios" una caracterización de su funcionamiento. Estudio de casos (2000)http://purl.org/coar/resource_type/c_7a1f