Chacón Araya, KarenCorrales Gómez, Fraya2024-06-112024-06-112012http://hdl.handle.net/11056/28253Decimoctavo Informe Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible.La política exterior se constituye para países como Costa Rica en el vehículo idóneo para promover sus valores e intereses a nivel internacional. Como bien lo entendieron Rodrigo Facio y otros pensadores políticos de su época “la posición de un país en el campo internacional, no se improvisa ni es el fruto de un examen superficial de las circunstancias” (Carmen Naranjo en Faccio, 1977). Por el contrario, es el resultado de factores históricos e intereses nacionales, expresados en los valores y aspiraciones que conducen la diplomacia. Durante años, esta labor ha estado orientada a promover los principios que caracterizaran el accionar del país en política internacional: paz, democracia, desarme, desarrollo sostenible, derechos humanos, universalidad de las relaciones diplomáticas. Así entendidas, el país ha construido una imagen idealista y pragmática de su política exterior, asociada a la necesidad de armonizar sus limitaciones materiales con sus intereses. Sin embargo, el cumplimiento de esta aspiración ha sido condicionado al rol asumido por los gobiernos de turno. Los modestos avances en la agenda de política exterior y la prioridad otorgada a la misma durante los dos primeros años de la administración Chinchilla Miranda evidencian lo dicho. Durante su segundo año, las acciones en esta materia fueron en general modestas. La participación en foros multilaterales fue reactiva y no se promovieron grandes iniciativas. En el nivel bilateral, toda la atención y esfuerzos estuvieron puestos en Nicaragua, pese a que no se registraron grandes variaciones respecto a lo acontecido en el año 2010. Por otra parte, el impulso que se le dio a la agenda de política exterior ambiental durante la administración Arias Sánchez no encontró cabida en esta administración. Un área en la que sí se registraron avances y a la que se le dio continuidad fue la comercial. Se realizaron esfuerzos desde el COMEX por afianzar la estrategia país y garantizar vínculos comerciales que concuerden con los intereses de Costa Rica y se ajusten a la dinámica internacional. Por otro lado, el cambio de Ministro, a mediados de año, evidenció la ausencia de una visión clara y articulada en el ámbito doméstico, que respondió más a cuestiones coyunturales que a una política de Estado. En este contexto, continúa siendo una tarea pendiente la evaluación y análisis del trabajo que se realiza desde las Embajadas, representaciones oficiales en países y organismos, objetivo que se vio limitado por la poca información a la que se logró tener acceso como consecuencia de la renuencia del ente rector en la materia.For countries like Costa Rica, foreign policy is the ideal vehicle to promote their values and interests at the international level. As Rodrigo Facio and other political thinkers of his time well understood, “the position of a country in the international arena is neither improvised nor the result of a superficial examination of the circumstances” (Carmen Naranjo in Faccio, 1977). On the contrary, it is the result of historical factors and national interests, expressed in the values and aspirations that drive diplomacy. For years, this work has been aimed at promoting the principles that characterize the country's actions in international politics: peace, democracy, disarmament, sustainable development, human rights, universality of diplomatic relations. Thus understood, the country has built an idealistic and pragmatic image of its foreign policy, associated with the need to harmonize its material limitations with its interests. However, the fulfillment of this aspiration has been conditioned by the role assumed by the governments in office. The modest advances in the foreign policy agenda and the priority given to it during the first two years of the Chinchilla Miranda administration are evidence of this. During his second year, actions in this area were generally modest. Participation in multilateral forums was reactive and no major initiatives were promoted. At the bilateral level, all attention and efforts were focused on Nicaragua, although there were no major variations with respect to what happened in 2010. On the other hand, the impulse given to the environmental foreign policy agenda during the Arias Sanchez administration did not find a place in this administration. One area in which progress was made and which was given continuity was trade. Efforts were made by COMEX to strengthen the country's strategy and ensure trade links that are in line with Costa Rica's interests and adjusted to international dynamics. On the other hand, the change of Minister, in the middle of the year, evidenced the absence of a clear and articulated vision at the domestic level, which responded more to conjunctural issues than to a State policy. In this context, the evaluation and analysis of the work carried out by Embassies, official representations in countries and organizations continues to be a pending task, an objective that was limited by the limited information to which access was obtained as a result of the reluctance of the governing body in this matter.spaAcceso abiertoCOSTA RICADERECHOS HUMANOSDESARROLLO HUMANOPOLÍTICA EXTERIORAporte de la política exterior costarricense al desarrollo humanohttp://purl.org/coar/resource_type/c_8544