Intermitencias: nociones efímeras
Abstract
La temporalidad es un aspecto determinante para la percepción y experiencia humana. Esta simple declaración ha sido objeto de estudio para filósofos, sociólogos, antropólogos y productores culturales. Independientemente del paradigma con el que se aborde, la recurrencia de tal premisa demuestra su pertinencia. Al ser parte de la experiencia humana, su construcción adquiere valor a partir de las prácticas y procesos materiales de la reproducción social (Harvey, 1990). La temporalidad por lo tanto, no es absoluta ni inmutable, sino una construcción social y cultural cuya configuración es determinada por las convenciones colectivas de cada época. El desplazamiento perceptivo que ocurre desde la búsqueda de la eternidad en la antigüedad, hasta el culto de la instantaneidad en la posmodernidad, evidencia la plasticidad de la temporalidad en la experiencia humana.